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Literatura de mudéjares y moriscos

Presentación

El portal temático Literatura de mudéjares y moriscos pretende dar a conocer la producción literaria en español de la minoría mudéjar y morisca (siglos XIV-XVII).

A partir de la conquista del Reino de Toledo o Castilla La Nueva en el siglo XI, el número de musulmanes que quedó en tierras cristianas fue lo suficientemente numeroso para que recibiese un estatuto especial de comunidad sujeta a la Corona, que les permitía conservar su religión, sus leyes, costumbres y autoridades, aunque estaban sometidos a gravosos impuestos específicos. A estos musulmanes en tierras cristianas se les llamó mudéjares, «sometidos», aunque en las fuentes cristianas también se les denominó «moros horros» o «musulmanes libres» para diferenciarlos de los musulmanes cautivos o esclavos. El mismo fenómeno se repitió en Aragón en el siglo XII donde igualmente hubo una importante comunidad mudéjar. Tanto los mudéjares castellanos como los aragoneses vivían integrados en la sociedad cristiana y sus barrios, morerías o aljamas no eran guetos cerrados, de forma que pronto hubo una asimilación lingüística: los mudéjares castellanos y aragoneses empezaron a utilizar el castellano y el aragonés, aunque aún conservasen el árabe. En el siglo XIV un autor mudéjar compuso, en castellano, un poema en cuaderna vía sobre la vida del profeta bíblico José en versión coránica y se redactaron las primeras «leyes de moros» en la misma lengua, labor que culminó, en el siglo XV, el muftí de Segovia Isa de Gebir con una Suma de la Ley y Sunna. Posiblemente estos primeros textos fueron escritos con letras latinas, pero los mudéjares utilizaron también las letras árabes para escribir los textos en español, posiblemente para salvaguardar sus señas de identidad culturales. Es lo que se conoce como escritura aljamiada, textos escritos en español con letras árabes cuyos valores fonéticos han sido cambiados para poder describir los fonemas hispánicos. Posiblemente este invento nació entre los mudéjares castellanos pues en el fondo de manuscritos hallados en Ocaña (Toledo), escondidos en el momento de la conversión forzosa de los mudéjares castellanos en 1502, alternan los textos con letras latinas con los aljamiados, aunque el sistema aljamiado fue usado masivamente en el Aragón del siglo XVI.

En el siglo XIII el número de mudéjares había aumentado tras las conquistas de Valencia, Murcia y la Andalucía bética, pero frente al fenómeno anterior no hubo la misma asimilación cultural, tal vez por las nuevas estructuras políticas de los reinos cristianos del siglo XIII, que tendían a separar a las comunidades mudéjares de la sociedad cristiana, pero sea por esa causa o por otra, las nuevas comunidades mudéjares no tuvieron una producción literaria en español.

En 1492 culminó la conquista del Reino de Granada por los Reyes Católicos y por tanto hubo una nueva comunidad mudéjar de unas doscientas mil personas, inmersas en su propia cultura y lengua árabes. La situación duró poco porque en 1500 los granadinos fueron forzados a convertirse al cristianismo y comenzaron a ser llamados moriscos. La política de la Corona española fue que no sólo se convirtiesen sino que se aculturasen completamente abandonando lengua, trajes y costumbres propias. El proceso fue lento y doloroso y hasta finales del siglo XVI no nos encontraremos con una literatura en español de los moriscos granadinos.

En 1502 se obligó a los mudéjares de la Corona de Castilla a convertirse al cristianismo y desde ese momento la actividad literaria de los mudéjares se centra en Aragón, donde existen talleres que traducen textos árabes al español con características dialectales aragonesas y en escritura aljamiada. Igualmente vuelven a redactar en aljamiado textos en castellano como la Suma de Isa de Gebir, adaptado al dialecto aragonés. En 1526 tanto los mudéjares aragoneses como los valencianos son obligados a convertirse al cristianismo, con lo que la escritura aljamiada pasa a la clandestinidad, no sólo por ser en su mayor parte musulmana sino por estar escrita con letras árabes. El más importante escritor de este periodo es el Mancebo de Arévalo, del que se conservan importantes obras, escritas en aljamiado y con aragonesismos.

A finales del siglo XVI los moriscos granadinos escriben en español y oficialmente como cristianos, aunque cabe sospechar con alguna certeza que son criptomusulmanes. Así tenemos el Memorial de Núñez Muley, manifiesto en defensa de las señas de identidad culturales de los moriscos y las obras de los traductores del árabe de Felipe II, Alonso del Castillo y Miguel de Luna, muy posibles artífices intelectuales de los Libros Plúmbeos.

La difícil convivencia de la minoría morisca y la sociedad cristiana culminó con la cruel decisión de la expulsión de los moriscos en 1609, una triste página de la historia hispánica. Una buena parte de estos moriscos estaban plenamente integrados en la lengua y la cultura española, y en el destierro siguieron escribiendo en español, generalmente obras de polémica en contra de los que les habían expulsado, pero también con temas y formas literarias del Siglo de Oro. El español se conservó en Túnez hasta el siglo XVIII y en todo el Norte de África quedaron huellas culturales y lingüísticas de estos españoles de religión musulmana.

Nuestro propósito en este portal es dar a conocer esta literatura en español de los mudéjares y moriscos, que ha sido publicada en su mayoría en ediciones sólo asequibles a los especialistas y que serán citadas puntualmente. Como se trata de un tema muy específico y es necesario un contexto histórico, cultural y literario, además de la edición de las obras y los estudios de los diversos autores, el portal incluirá una serie de estudios históricos y sociológicos, una bibliografía general y una serie de textos de autores contemporáneos a los moriscos que reflejen el punto de vista de la sociedad y la cultura españolas de su época.

Como anexo al portal se incluirá la revista Sharq al-Andalus. Estudios Árabes, editada por el grupo investigador de la Universidad de Alicante, que promueve también este portal.

M.ª Jesús Rubiera Mata

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